Si la vemos como parodia está bastante acertada, porque si la vemos como película de terror es un tremendo fracaso. 

El concepto no está tan mal, pero la película no toma ningún tipo de riesgo ni utiliza nada más allá de los elementos más básicos del terror para contar su historia. En todo momento se siente ridícula por lo predecible que se vuelve en su desarrollo, en lo clichés que son sus personajes y en su superficial mensaje del peligro que representa el avance de la tecnología y la inteligencia artificial.

No es como que me guste ver sangre, pero si le hubiera ayudado muchísimo ser un poco más explícita y violenta, porque a cómo es, se siente demasiado infantil y limitada para tratarse de una “muñeca asesina”.