Si fuera ultranacionalista, tanto de la patria grande como de la patria chica, te diría que esta película es la mejor de todos los tiempos, pero como no lo soy, simplemente me limitaré a decir que es la hostia. Tópicos a punta pala, acento aragonés a principio de frase e inexistente al final, proclamas constantes a morir por la patria con interpretaciones maravillosamente sobreactuadas, petardazos a la Puerta del Carmen que me hacen dudar sobre si los boquetes que tiene a día de hoy son de la guerra o del rodaje de esta película, el dúo cómico del catalán y el maño, Fernando VII puajajajaj, etc. En fin, un peliculón que, pretendiendo todo lo contrario, es sátira y mofa de su tiempo.