Es difícil hablar de Beginning. Difícil porque es, efectivamente, una grandísima película. Difícil porque, a pesar de eso, he odiado este visionado, uno de los más frustrantes que recuerdo.
¿Dónde se pone el límite a un plano? ¿Cuándo es demasiado largo, y cuándo es suficientemente largo pero demasiado vacío? ¿Cuándo tengo yo, como espectador, la capacidad de pensar que un plano es demasiado largo?
Creo que esta película es demasiado larga. En sus partes y en su conjunto. Creo que es críptica, que no me ha costado entrar pero que me ha costado menos salir. Que me habría resultado facilísimo dejarme llevar y dormirme durante la mitad del metraje. Porque el ritmo de Beginning es frustrante, frustrante hasta decir basta,…