Verla 20 años después, otra vez en el la pantalla grande, me obligó a recordar a ese niño que, saliendo del CinemaCASA de Palza Kukulkán, decidió cambiar los fósiles por las cámaras. La película que cambió mi vida. Punto.
Verla 20 años después, otra vez en el la pantalla grande, me obligó a recordar a ese niño que, saliendo del CinemaCASA de Palza Kukulkán, decidió cambiar los fósiles por las cámaras. La película que cambió mi vida. Punto.