La negatividad en el arte ataca los mitos de la cultura dominante: por ejemplo, el mito pastoral de la sexualidad como inherentemente amorosa y edificante, de la sexualidad como continua con la comunidad y en armonía con ella. Solo insistiendo en la desolación, en el amor al poder, incluso en la violencia que tal vez sean inherentes a las relaciones humanas podamos quizás comenzar a rediseñar esas relaciones de modo tal que no necesiten recurrir a la cultura para ennoblecerlas.…