Increíble. Qué habilidad la de Guillermo del Toro para combinar romance, fantasía y brutalidad en una película completísima y muy entrañable. Qué poema el del final, el amor está en todas partes, invisible a veces, pero sin importar su forma, siempre terminaremos encontrándolo.
Del Toro es el único maníaco que puede generar ternura y empatía con una relación de una criatura marina y un humano. Espectacular.