La mejor de Fincher, y junto a El silencio de los inocentes uno de los mejores thrillers que haya visto jamás. Me alucina que tan importante como el desarrollo del relato es el desarrollo de la atmósfera que ese relato crea, al punto tal que llegado el final tener certezas sobre quién hizo qué pasa a ser casi secundario ante el clima siniestro que parece cubrirlo todo en ese mundo.
Que bien que usa la música, además.
También pensaba que…